Notificaciones push

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Junto con el avance de la tecnología aparecen nuevas formas y nuevos conceptos, una terminología específica con gran cantidad de anglicismos que, aunque podamos suponer qué significan, no terminamos de saber en qué consisten exactamente. Es el caso del servicio de tecnología push que todos utilizamos. Pero, ¿qué son exactamente las notificaciones push?

 

 

Las notificaciones push son, básicamente, mensajes de aviso que son enviados desde una aplicación servidora al smartphone o tableta del cliente/usuario. Como ejemplo, una de las primeras aplicaciones de este sistema fue la alerta de entrada de correo electrónico en los dispositivos Blackberry sin necesidad de acceder a la aplicación de mensajería. Es decir, la notificación push es la alerta (normalmente mediante simbología) que aparece con la entrada de un nuevo mensaje. Otro ejemplo más actual lo encontramos en la app de Whatsapp que con la entrada de un nuevo mensaje instantáneo nos genera aviso en nuestro pantalla principal.

Lo más destacado de estas notificaciones es su inmediatez ya que, aunque no tengamos la aplicación en ejecución, cada vez que el servidor reciba información nueva las notificaciones se generarán automáticamente y despertarán al terminal móvil. Estas notificaciones ayudan tanto a los desarrolladores como a los propietarios de la app a mantener una comunicación más eficiente con aquellos usuarios que descargaron la app. En el caso de los correos electrónicos, es posible que tengamos configurada una actualización de la bandeja de entrada cada poco tiempo y tardemos unos minutos (los configurados) en saber que hemos recibido un mensaje. Pero en el caso de las apps de mensajería instantánea es de vital importancia la inmediata comunicación al usuario.

¿Cómo funciona el servicio push?
Antes que nada, el terminal debe tener acceso mediante wifi o datos a una conexión a la red. Habitualmente, las notificaciones se establecen mediante una conexión TCP de larga duración. Es decir, el cliente abre una conexión TCP con el servidor y la deja abierta indefinidamente. Sobre esta conexión TCP el servidor enviará las notificaciones al cliente usando algún protocolo de app. Algunos de estos protocolos, por ejemplo, pueden ser IMAP y XMPP, usados para correo o mensajería.

Como ya hemos dicho, la primera plataforma que utilizó esta tecnología fue Blackberry, gracias a RIM (Research in Motion) que firmó un convenio con las compañías telefónicas mediante el cual se podía establecer una conexión abierta permanentemente. Es decir, una sesión que quedaría abierta aunque se cerrara la app. Las aplicaciones que más aprovechan esta tecnología en la actualidad son las apps nativas; los desarrolladores se sirven de ella para aumentar la interacción de los usuarios con la app.

En definitiva, estas notificaciones son otro de los elementos que utilizamos a diario y que forman parte de nuestros terminales. Aunque prácticas, estas vías de comunicación no dejan de ser otro reclamo visual (y auditivo) para incrementar el uso de los dispositivos y sus aplicaciones.

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