No podemos negar que los videojuegos son una industria emergente y, como tal, una industria que se halla en continuo crecimiento. Este auge no conduce solamente a profundizar en el debate sobre si los videojuegos forman parte de la cultura, o en la normalización del gamer en una sociedad adulta, sino en el hecho de que los videojuegos invaden cada vez más medios. Ya no solo disponemos de la típica consola de sobremesa para hacer unas partidas online, o tal vez salvar el mundo por septuagésima vez consiguiendo todas las monedas por el camino. Podemos jugar en consolas conectadas a la televisión, consolas portátiles, ordenadores preparados para el gaming, tabletas y, cómo no, smartphones. A continuación te contamos acerca de los videojuegos para smartphone.
La proliferación de los videojuegos en el amplio mercado de los móviles es evidente; tan solo hace falta prestar atención en cualquier transporte público para ver cuantas personas están jugando al Candy Crash, al Clash of Clans… Y es que los móviles constituyen una plataforma para jugar un tanto diferente de las de toda la vida, al menos si nos centramos en los juegos con más usuarios. Predominan los juegos de fácil acceso y jugabilidad, disponibles para jugar durante 5 minutos mientras esperas el autobús, y que no tienen mayor pretención que entretenernos, sin necesidad de contarnos una historia épica o hacernos reflexionar. El usuario medio de juegos de smartphone solo quiere pasar el rato sin frustrarse por morir una y otra vez; solo quiere entretenerse. Este tipo de jugador recibe el nombre de casual gamer, en contraposición al hardcore gamer, caracterizado por gustarse de juegos complejos, a menudo difíciles, y con intención de tener una mayor inmersión en el videojuego.
Básicamente, el éxito de los juegos de móviles ha derivado en una cierta ruptura entre los jugadores tradicionales, hardcore, y los casuals. Cabe destacar que hay mucho debate sobre hasta qué punto un jugador es considerado hardcore, o casual; o hasta qué punto es necesaria esta diferenciación. Pero ni mucho menos el concepto casual ha nacido con el mercado móvil, y es que este tipo de usuario lleva en la industria desde su misma creación. Nintendo, uno de los padres de los videojuegos, enfoca cada vez más sus juegos y consolas a un público más casual, desarrollando juegos accesibles y perfectos para jugar con amigos y pasar un rato (véase Mario Kart, Mario Party…).
Si repasamos nos encontraremos con un mercado emergente de juegos de móviles con un público que demanda juegos accesibles y divertidos, y por otra parte, con Nintendo, una compañía que generalmente se dedica a desarrollar este tipo de juegos, pero para consolas. Ahora si atamos cabos seguro que nos preguntamos por qué Nintendo no se lanza a este nuevo mercado donde, seguro, tendría éxito. Bien, pues los ejecutivos de Nintendo algo entienden de este mundillo y ya han anunciado su incursión en el mundo de los juegos móviles. Han pactado con DeNa el lanzamiento de cinco juegos pertenecientes a sus grandes sagas (Mario y sus vertientes, Zelda y hasta el reciente Splatoon). Ahora bien, también han anunciado que los juegos no se tratarán de adaptaciones de juegos que ya están en consolas, si no que crearán nuevas historias para los móviles.
Asimismo, Nintendo no ha sido la única compañía que ha visto el éxito asegurado en los smartphones; también Konami ha anunciado que de ahora en adelante se centrarán en el desarrollo de juegos para el mercado móvil. Esto supone una jugada más que arriesgada para la compañía que dispone de Metal Gear Solid, Silent Hill, Castlevania… ya que con esas declaraciones se da entender que casi abandonarán el mercado de consolas, conformándose con mantener su saga de juegos de fútbol, Pro Evolution Soccer, que tampoco es que esté en un gran momento.
De todo esto, se deberían extraer un par de conclusiones. La primera es que el mercado de juegos para smartphones va a seguir creciendo al tiempo que cada vez más compañías se lanzan a ese negocio. La segunda es que aquellos que sean unos buenos gamers tendrán que pasar por el aro y hacerse con un buen smartphone, porque los juegos han llegado a los móviles, y parece que vienen para quedarse.