Viacom, conglomerado mediático estadounidense, estuvo buscando un acuerdo con la marca Sony con la intención de emitir algunos de sus canales de TV, como MTV, a través de Internet. Del mismo modo Intel y Google también estuvieron preparando la emisión de programas de TV a través de Internet. Y mientras se desarrollan estos acuerdos y propuestas Youtube va haciendo camino. La mayor plataforma de vídeos parece haber desplazado la TV clásica y los números cada año les dan más la razón.
Según The New York Times, esta noticia podría ser el inicio de una nueva era en la emisión de programas televisados, haciendo especial hincapié en los EEUU porque el grueso de su mercado televisivo está en manos de las suministradoras por cable y por satélite.
“El director ejecutivo de Google, Eric Schmidt, aseguró que el fenómeno de ver televisión y vídeos online no sucederá en ningún momento futuro: Ya ha ocurrido. No es el reemplazo de algo que sabemos. Es algo nuevo en lo que tenemos que pensar, programar y construir nuevas plataformas – dijo Schmidt.” (VOA Noticias)
Youtube ha superado los mil millones de usuarios mensuales y muchos de los profesionales del sector ya especulan sobre qué pasará cuando el acceso a Internet explote en los países del tercer mundo. Llegados a este punto podríamos pasar de los 2 mil millones a los 7 u 8 mil millones en cuestión de dos o tres años. Por todo ello, más que abrir mercado, buscar la firma de contratos y la monopolización de “la nueva TV”, debemos ser conscientes del potencial, el alcance y la fuerza que puede coger (o mejor dicho, cogerá) tal planteamiento y empezar por preparar el escenario del que será el mayor cambio tecnológico del siglo en lo que respecta a comunicaciones e información.
Desde 2012, Youtube, ha lanzado diversos canales de pago, como Vice Media o Machinima, a parte de emitir en directo eventos de todo tipo con galas y montajes patrocinados como hasta ahora lo había hecho la TV clásica. De estos eventos y su seguimiento ha conseguido grandes anunciantes, desplazando parte de estos desde la TV hacía Youtube.
Queda claro que la TV clásica no es rival, que Youtube no es competencia para la TV, ofreciendo reproducciones infinitas, la posibilidad de compartir con quien quieras las imágenes, la posibilidad de indicar si gusta o no y la posibilidad de interaccionar con el resto de usuarios en cada uno de los vídeos mediante comentarios. Es decir, Youtube significa lo contrario a la TV, significa interacción y participación mientras la TV significa alcance y emisión. Esta interacción i opinión constante sobre los archivos subidos a Youtube hace que sus creadores se vean obligados a hacerlos más orgánicos y sensibles, a participar en movimientos socioculturales o, como mínimo, a posicionarse.
Además, los estudios apuntan que los jóvenes menores de 34 años prefieren y utilizan más canales de Youtube que de la TV clásica. Hecho que también ha hecho saltar las alarmas de los grandes fabricantes de Smart TV’s. Erich Smith, director ejecutivo de Google, denominó este grupo de jóvenes como “Generación C” (de conectados). Por todo esto, no es difícil imaginarse, dentro de no mucho tiempo, a nuestros descendientes viendo el 100% de los dibujos animados a través de Internet, a nuestras madres y padres siguiendo sus programas de cocina preferidos en streaming o las novelas y las series de pago a través de su plataforma online.
Ahora el debate será entre qué canal o qué plataforma elegir. Además, aunque muchos no seamos conscientes, la lucha por el monopolio de este cambio tecnológico ya ha empezado. Hace poco redactábamos una entrada dedicada a los dos grandes del streaming, de las emisiones en directo, Youtube Gaming vs. Twitch, que podéis consultar para mayor y más específica información en este mismo Blog.